La escoliosis es una desviación lateral de la columna vertebral, suele acompañarse con una rotación de la misma. Se considera escoliosis cuando supera los 10º de desviación, por debajo de ese valor se considera normal.

Hay desviaciones de la columna que no pueden considerarse como escoliosis por ejemplo la asimetría de la extremidades inferiores (una pierna más larga que la otra)  donde la columna trata de realizar la compensación mediante una curva con el fin de mantener el equilibrio. También no puede considerarse como escoliosis las alteraciones musculares debido a la contractura que generan dolor.

La mayoría son de causas desconocidas. Aparece a los 10 años en pleno proceso de crecimiento, siendo más frecuente en mujeres que hombres. La causas son multifactoriales, existiendo predisposición genética. Por ello los niños con una historia familiar de escoliosis deben ser evaluados cuidadosamente y en muchos casos iniciar de forma preventiva un tratamiento para la escoliosis.

En la mayoría de las ocasiones la escoliosis no presenta ningún síntoma  más allá de la propia curvatura que se da en la columna vertebral. Los principales signos tienen que ver más con las irregularidades y deformidades que presenta la estructura ósea a causa de tener su eje desviado, aunque en ocasiones pueden aparecer síntomas que dificulten la calidad de vida del paciente:

• Diferencia en la altura de hombros y cadera.
• Dolor de espalda.
• Sensación de tener la espalda cargada.

-       Insuficiencia respiratoria debido a la limitación de los movimientos inspiratorios y respiratorios normales.

-       En la escoliosis grave, la caja torácica puede presiona el corazón dificultando el bombeo del corazón.

-       Compresión de nervios a causa de la deformidad.

-       Artrosis en las zona de presión

-       Dolores de espalda (contractura, desequilibrios musculares, etc)

-       Influencia negativa sobre el estado psicológico, la imagene corporal, las relaciones sociales y auotoestima.

Dado que la mayoría de niños con escoliosis tienen una curvatura leve y son asintomáticos, recomendamos no uso de dispositivo de inmovilización, ni plantear cirugía. Los niños que tienen escoliosis leve pueden requerir exámenes periódicos para evaluar si hay cambios en la curvatura de su columna a medida que crecen.

Aunque existan pautas para las curvaturas leves, moderadas y graves, la decisión de comenzar un tratamiento siempre se toma según el caso en particular.

En la infancia, en caso de escoliosis moderada los huesos aún están en desarrollo y se podría recomendar el uso de un dispositivo de inmovilización. Esto no cura la escoliosis ni corrige la curvatura, pero suele evitar el avance de dicha curvatura.

En caso de escoliosis grave, se podría sugerir una cirugía para reducir la gravedad de la curvatura de la columna vertebral y evitar que empeore. El tipo de cirugía más frecuente para la escoliosis se denomina "fusión espinal".