La gonartrosis o artrosis de rodilla es una enfermedad articular crónica, degenerativa y progresiva que provoca dolor en la rodilla con limitación progresiva de la movilidad hasta ser invalidante.

Es más frecuente en mujeres que en los hombres.

- Suele aparecer apartir de los 50 años y su progresión es muy lenta.

- Es muy rara en gente joven, a no ser que hayan sufrido un problema previo en la articulación (fractura o traumatismo, lesión meniscal...) que favorezca la aparición de una artrosis como complicación.

- Obesidad

La gonartrosis es una enfermedad que no existe cura para ella.

Los tratamientos se focalizan en el manejo del dolor, dentro de los cuales se encuentran: 

• Uso de analgésicos indicados por prescripción médica.
• Recomendación para bajar de peso.
• Evitar actividades que provoquen dolor como correr.
• Terapia Física para fortalecer los músculos, estiramiento muscular y la coordinación de capacitación.
• Tratamientos biológicos: Ácido hialurónico y Plasma rico en plaquetas (PRP).  Lo realiza nuestro equipo traumatológico del ITT, siempre a la vanguardia de nuevos tratamientos.

Si el tratamiento conservador no es suficiente, habrá que valorar la cirugía:

•  En las gonartrosis unicompartimentales de pacientes jóvenes con alteración del cartílago articular menor al 50% y escasa osteofitosis marginal indicamos la osteotomía alineadora. Cuando el desgaste del cartílago es superior al 50% y la edad del paciente contraindica la prótesis total (PT), efectuamos la Prótesis unicompartimental de rodilla (PUC).
• Prótesis total de rodilla, sólo en los casos más graves. 

En caso de cirugía nuestro equipo traumatológico del ITT cuenta con una amplia experiencia en las diversas técnicas, últimas actualizaciones ofreciendo mejoría de su patología  y brindando el completo seguimiento en el postoperatorio.

Aunque la gonartrosis es una enfermedad crónica y degenerativa, existen medidas de prevención para evitar la aparición de esta enfermedad. Las medidas de prevención son las siguientes: 

• Es recomendable llevar una dieta sana y equilibrada.
• Realizar ejercicio físico moderado.
• Evitar la obesidad.
• Limitar los esfuerzos físicos intensos.
• Cuidarse las rodillas cuando se realizan deportes de contacto, como el fútbol o el rugby.
• Realizarse un control médico anual para verificar el estado de la rodilla, sobre todo en adultos mayores.