La inestabilidad crónica de tobillo se define como la inestabilidad residual de la articulación de tobillo que se produce por la lesión crónica de los ligamentos colaterales del tobillo, principalmente.

Tras un esguince de tobillo, en aproximadamente 30 de cada 100 casos, a pesar de haber sido tratados de manera correcta inicialmente, se produce como secuela, en mayor o menor grado, una inestabilidad crónica de tobillo. Es por ello por lo que es una afección muy común en aquellas personas que tienen una actividad deportiva importante, ya sea a nivel amateur o profesional.

Cuando existe una inestabilidad crónica de tobillo, se producen torceduras recurrentes (esguinces de repetición), o una sensación de “flojedad” en el tobillo, que tiende a doblarse o ceder sin previo aviso. A menudo se manifiesta como “el tobillo se me va”, incluso realizando actividades que no suponen un stress importante para la articulación. Raramente el dolor es un síntoma principal, aunque puede estar presente.

Inicialmente, la inestabilidad crónica de tobillo se ha de tratar con un protocolo específico de rehabilitación. Si a pesar de ello, se siguen produciendo esguinces de repetición (generalmente cuando ocurren 3 o más a lo largo de un año), en ITT® planteamos el tratamiento quirúrgico, el cual consiste básicamente en reparar quirúrgicamente las estructuras lesionadas (ligamentos colaterales de tobillo) mediante técnicas de reparación anatómicas de “cirugía abierta” o, preferiblemente, si el caso lo permite, mediante artroscopia de tobillo.

En ITT® utilizamos varias técnicas mínimamente invasivas que permiten tratar la inestabilidad residual y la sinovitis responsables de los síntomas recurrentes tras esguince de tobillo que pueden limitar el recupero de las actividades deportivas previas al accidente. Por técnica artsoscopica, por ejemplo, es posible tratar el síndrome de impingement anterior, realizar retensado de ligamento peroneo-astragalino anterior (Tecnica all-inside)